Esta escultura se realizó, como tantas otras, a partir de un trozo de piedra sobrante. Observando esta roca y dándole vueltas al "coco", a la imaginación, y sin una idea preconcebida surgió la siguiente propuesta: haremos una bota y un balón en el momento de lanzar una falta. ¡Venga!
Se cogió papel y lápiz y a dibujar, preparando bocetos con la postura imaginada en diferentes vistas.
Una vez con el boceto ya dibujado, empezamos la talla, una talla directa y por lo tanto libre. Sólo guiada por la la visión y el talento de quien la hace.
Se empezó con el puntero desbastando la piedra sobrante y depués perfilando la forma con la gradina.
Una vez llegada a la forma bien definida se tomó el cincel y se perfiló la forma definitiva. En esta pieza hubo que tener especial cuidado en la zonas de uníon entre la bota y el baón, al ser estas de especial delicadeza y propensas a la rotura si sufrieran golpes imprecisos.
Para retirar esta piedra en las zonas de unión utilizamos una radial que nos ayudó a realizar cortes precisos y posteriormente fuimos ajustando la forma, ya sin golpes, con limas de escultor. Así obtuvimos con éxito partes tan sensibles como son los tacos de una bota de fútbol.
Para dar el acabado final se utilizaron lijas de diferente grano para la bota y el balón y se abujardó el resto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario