El ESCUDO de piedra es un elemento ornamental muy utilizado desde la antigüedad hasta nuestros días.
Para empezar, como casi siempre, cuadraremos la pìedra irregular hasta tener el sólido capaz que albergará nuestra talla. En este caso no trabajaremos sobre superficie plana sino que daremos una ligera curva para realzar y dar mayor vistosidad al escudo, a la vez tendremos así una mejor perspectiva desde diferentes ángulos. En este caso además del escudo tallaremos unas letras o gradismos en el mismo bloque de piedra.
Realizaremos el marcado o trazado del dibujo, que nos servirá de guía para ir retirando piedra, con magrera o mazarrón (pigmento de arcilla roja). Después tallaremos el contorno de lo dibujado retirando la piedra primero con el cincel e iremos profundizando poco a poco con inclinación o bisel alrededor de las formas que queremos resaltar. Esto lo iremos haciendo con especial cuidado en las zonas donde el dibujo es más pequeño o tiene más detalles.
El acabado final se realizara con martillina de dientes finos, dando así una textura granulada típica de las obras de cantería.
Realizaremos el marcado o trazado del dibujo, que nos servirá de guía para ir retirando piedra, con magrera o mazarrón (pigmento de arcilla roja). Después tallaremos el contorno de lo dibujado retirando la piedra primero con el cincel e iremos profundizando poco a poco con inclinación o bisel alrededor de las formas que queremos resaltar. Esto lo iremos haciendo con especial cuidado en las zonas donde el dibujo es más pequeño o tiene más detalles.
El acabado final se realizara con martillina de dientes finos, dando así una textura granulada típica de las obras de cantería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario