Sillarejo: es
la piedra labrada en forma de paralelepípedo cuyas dimensiones mínimas 45 x
22 x 18 cm. permiten que se pueda manejar manualmente y ademas puede presentar
algunas de sus caras sin labrar.
Antes de empezar a trabajar con la piedra hay que hacer
una buena elección del bloque. Dicha elección debe realizarse en función del
tipo de roca y de las necesidades de la obra a la que se va a destinar la pieza
final. Es conveniente conocer las propiedades de la roca (dureza, resistencia a
la compresión y a los ácidos, densidad, peso específico, tenacidad, etc.).
Además, debe realizarse una atenta observación de posibles grietas, manchas,
impurezas o incluso pequeñas cavidades o defectos que posteriormente puedan
perjudicar la obra. Los bloques que presenten alguno de esos defectos o tengan
grandes diferencias en el tamaño de grano deberán ser rechazados. Para comprobar
que la roca no tiene internamente esas imperfecciones, se suele realizar una
prueba acústica golpeando la piedra con la campana.
Una vez que se han extraído los bloques de la cantera, es
necesario darles la forma adecuada para su posterior colocación en la obra. Es
lo que se conoce como labra de la piedra.
El desbaste inicial ha consistido en quitar la piedra sobrante o
sobresaliente en el bloque hasta dejarla con una sobredimensión o margen con
respecto a la pieza definitiva a tallar.
El sillar se iniciará por una de sus caras o paramento mayores.
Trazaremos una línea de referencia por debajo del punto más bajo procurando
ajustar lo máximo posible para retirar la menor cantidad de piedra posible. Retiraremos
la piedra sobrante por encima de esta línea con el escafilador. Iniciaremos la
talla por una esquina o entalladura de tal manera que gradina y cincel siempre trabajen
hacia la zona interna de la piedra y si es posible de manera oblicua al filo de
esta. Una vez realizadas las esquinas que nos marca la línea de referencia
continuaremos tallando a lo largo de esta hasta completar una tirada o atacadura
y comprobaremos que está bien acabada cuando la regla asiente totalmente en
esta superficie.
Posteriormente trazaremos otra línea de referencia, en perpendicular, partiendo de una de las esquinas ya labradas y repetiremos el proceso. Una vez que tengamos las cuatro tiradas realizadas en el entorno de la cara o paramento, utilizaremos el pico para desbastar o retirar la piedra sobrante hasta acercarnos lo máximo posible a la superficie definitiva. Posteriormente utilizaremos bujardas de diferentes dientes y por golpeo crearemos conectores que unas las diferentes tiradas y nos sirvan de referencia para llegar a la cara abujardada definitiva.
Posteriormente trazaremos otra línea de referencia, en perpendicular, partiendo de una de las esquinas ya labradas y repetiremos el proceso. Una vez que tengamos las cuatro tiradas realizadas en el entorno de la cara o paramento, utilizaremos el pico para desbastar o retirar la piedra sobrante hasta acercarnos lo máximo posible a la superficie definitiva. Posteriormente utilizaremos bujardas de diferentes dientes y por golpeo crearemos conectores que unas las diferentes tiradas y nos sirvan de referencia para llegar a la cara abujardada definitiva.
Una vez tengamos una cara de referencia ya labrada repetiremos
el proceso con otra cara perpendicular a esta colocando la escuadra apoyada en
la cara de referencia para que las líneas se obtengan a 90 grados. Esto lo
iremos repitiendo a medida que vayamos acabando las diferentes caras o
paramentos, teniendo en cuenta que siempre debemos a justar bien la escuadra
para que las caras salgan correctamente y sin desalabeos o ángulos no rectos.